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An. 2. Congr. Bras. Hispanistas Oct. 2002

 

LÍNGUA ESPANHOLA

 

La evaluación en clase de E/LE

 

 

Carlos García de la Santa Delgado

Casa de España (Río de Janeiro)

 

 

La necesidad de evaluar es fundamental e inherente a la didáctica de lenguas extranjeras. La primera cuestión que debemos tener en cuenta es que la evaluación debe ser considerada como una herramienta de reflexión integrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y debe ser coherente con el resto de la metodología utilizada en el aula. En el proceso de evaluación se hace necesaria la interpretación de una información concreta y esto implica un juicio de valor fundamentado en unos parámetros fijados por las partes implicadas en este proceso, la toma de decisiones no debería ser unilateral, sino bilateral o incluso multilateral, dependiendo de las personas que participen en el proceso. Todo ello mejoraría, sin duda, tanto lo afectivo como lo cognitivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La creación de materiales para evaluar se enfrentó, se enfrenta y se enfrentará a uno de sus mayores problemas: la falta de fiabilidad, especialmente en lo que se refiere a la construcción de exámenes. La falta de fiabilidad responde la mayoría de las veces a un conjunto de desajustes fruto de diversas tensiones entre los apartados que serán observados en breve.

Uno de los tópicos que debemos destruir es pensar que crear un examen es fácil, y prueba de ello, es que observando la literatura que nos concierne referente a esta cuestión, nos encontramos con distintos modelos de examen, cada uno de ellos adecuado a una misión/es específicas. Uno de los tipos de examen es el de conocimiento, cuyo objetivo principal es medir el grado de conocimiento por parte de los alumnos sobre un tema específico; otro es el de actuación que mide la capacidad de usar una lengua en diferentes situaciones; el de aptitud es el que mide si el alumno se encuentra apto para un nivel predefinido -siempre especificando la capacidad que posee el alumno de desenvolverse en las diferentes destrezas- . El examen de aprovechamiento evalúa un curso como un todo, teniendo en cuenta los contenidos impartidos en el mismo. El de diagnóstico predice si alguien es apto o no en un curso, además de mensurar el grado de uso de lengua según una serie de contenidos gramaticales. Finalmente, nos queda el examen de clasificación que tiene como objetivo situar al alumno en un determinado nivel, según el programa del curso y los diferentes niveles de enseñanza que posea el mismo.

Todos los exámenes se encuentran supeditados a diferentes modelos de evaluación.

En la subjetiva, por ejemplo, uno de los aspectos característicos es que existe un grado de intromisión considerable por parte del examinador, mientras que la objetiva se pretende lo contrario. En la subjetiva los problemas más comunes son las dificultades que existen a la hora de calificar y el nivel de fiabilidad que posee es bajo, mientras que en la objetiva existen más facilidades de corrección, y el nivel de fiabilidad es más alto. Otro tipo de evaluación es el de las subdestrezas: vocabulario, gramática y pronunciación, para ello es necesario que el evaluador por otro lado señale qué tipo de subhabilidades existen. En la evaluación de destrezas comunicativas los objetivos de la evaluación son muy claros: uso real del lenguaje o capacidad comunicativa del estudiante. La evaluación referida a una norma refleja el conocimiento que poseen los alumnos acerca de un tema, este tipo de evaluación depende del conocimiento compartido entre los estudiantes. La evaluación referida a criterios nos serviría para la definición de niveles. La de elementos discretos es muy objetiva y se basa en preguntas basadas en cuestiones concretas, normalmente de selección múltiple. Por último, la forma de evaluar integrada es la que combina subdestrezas.

Volviendo al problema de la fiabilidad, para solventarlo, y así, poder considerar los exámenes como referentes válidos y exponentes representativos en el proceso de aprendizaje, nos podemos servir de los diferentes métodos de fiabilidad existentes, por ejemplo, del método de la hendidura en el que nos fijamos sólo en los resultados de parte de los ítems seleccionados múltiplos de un número. Este método es considerado tan fiable como el de la doble calificación.

Respecto a las técnicas generales de evaluación es interesante mencionar el método cloze (texto mutilado), es un modelo de los años 70. En un principio es un texto escrito o la trascripción de un texto oral en el que se elimina una de cada 7 palabras, y en el cual el alumno debía deducir cuál era la palabra eliminada. Era un sistema fácil de construir y fácil de corregir, muy utilizado en Alemania, y también en Gran Bretaña por las características específicas de ambas lenguas de origen germánico. Cuando se aplicaba este método en español no se obtenían los mismos resultados, principalmente, porque en español el orden de palabras es bastante libre, lo que producía errores en este tipo de exámenes donde no podían aparecer múltiples respuestas.

Una evolución de este método fue el cloze manipulado con preguntas que se pueden responder mediante el texto, evita riesgos, como huecos/espacios en blanco que se conocen porque ya han sido resueltos y de esta forma se consigue restaurar el equilibrio del cloze. En este tipo de examen existe una mezcla de elementos gramaticales y léxicos. Para realizar un cloze no vale cualquier texto, y debe ser utilizado con sensatez.

Otra técnica de evaluación es la selección múltiple, en este tipo de examen a parte de aparecer una opción falsa y una verdadera es necesario colocar distractores para potenciar la fiabilidad, la ventaja que tienen estas técnicas de evaluación es que no dan pie a la creatividad y, por ello, ambas son buenas para un tipo de evaluación objetiva.

No obstante, y dependiendo de lo que queremos evaluar siempre existen otras opciones como las que se muestran en los esquemas 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12.

MARCO TEÓRICO DE LA EVALUACIÓN.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

BACHMANN, L.F. Fundamental Considerations in Language Teachings. Oxford, Oxford University Press, 1990.

BORDÓN, T. La evaluación del español como lengua extranjera, Boletín ASELE, Málaga, 1999.

EGUILUZ, J. y EGUILUZ, Á. La evaluación en segundas lenguas. Actualidad, evolución y concepto. Frecuencia E/LE, Edinumen, 1996.

MADSEN, H. Techniques in testing. Oxford, Oxford University Press, 1983.

ORTEGA OLIVARES, J. Evaluación en el aula de español/LE. Algunas consideraciones generales. Tendencias actuales en la enseñanza del español como lengua extranjera II, León, Universidad de León. Servicio de publicaciones, 1996.