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An. 2. Congr. Bras. Hispanistas Oct. 2002

 

LÍNGUA ESPANHOLA

 

El proceso de traducción como un Sistema Complejo No Lineal

 

 

Fernando Legón Galindo

USP (São Paulo)

 

 

Los primeros estudios sobre los Sistemas Complejos No Lineales (en adelante SCN) se remontan a finales del siglo XIX con los trabajos de Henri Poincaré, publicados en 1889 en la revista Acta Mathematica, basados en las teorías sobre los sistemas autoorganizativos, tal como aparece en las investigaciones que realicé en internet sobre la historia de los SCN.

A partir de los años 50, comienzan a aparecer innúmeros trabajos que tienen como objetivo describir las propiedades y el comportamiento de estos sistemas, principalmente en lo que se refiere a su comportamiento imprevisible e "inteligente" para llegar a una autoorganización a partir de la interacción de sus componentes, de forma autónoma y al mismo tiempo interdependiente. Posteriormente los estudios de estos sistemas llegan a abarcar fenómenos tanto de las ciencias exactas como de las ciencias sociales e incluso de las ciencias humanas y la vida cotidiana.

También la lingüística viene cambiando sus planteamientos epistemiológicos a partir de la visión de los problemas y fenómenos del lenguaje bajo el prisma de su comportamiento como SCN (BERNÁRDEZ, E. apud CARBONELL I CORTÉS 1999, p. 103). Se habla ya de un "cambio de paradigma" y efectivamente podemos comprobar que se está dando un cambio sustancial en la manera de concebir el lenguaje y su relación con el mundo (CARBONELL I CORTÉS 1999, p. 103). De la misma manera se ha analizado el proceso de adquisición de una segunda lengua, lo que ha permitido llegar a novedosas conclusiones acerca de los mecanismos de comunicación y de adquisición de lenguas, el grado de estabilidad/inestabilidad de la interlengua y la importancia de las diferencias individuales en la enseñanza de una segunda lengua (LARSEN-FREEMAN 1997, p. 141). Dentro de esta perspectiva a partir de la cual se concibe el lenguaje humano como un sistema complejo, dinámico y abierto, inscrito dentro de culturas, éstas vistas también como sistemas complejos, dinámicos y abiertos, la traducción, o mejor, el proceso de traducción también debe considerarse de éste y no de otro modo (CARBONELL I CORTÉS: 1999, p. 103).

Según definiciones del Center for the Study of Complex Systems de la Universidad de Michigan, en su página oficial en la internet, para que un determinado fenómeno sea considerado un SCN, éste debe presentar un número considerable de las siguientes características:

1. dinámico: el sistema cambia con el transcurso del tiempo;
2. multicomponencial: el sistema está formado por varios componentes, que tienen sus propiedades individuales, pero que interactúan para formar el mismo. El comportamiento del sistema como un todo no es sólo la suma del comportamiento de sus partes;
3. no lineal: el efecto es desproporcional a la causa;
4. caótico: va del caos al orden y viceversa, sin aparentes causas, es un proceso reversible;
5. imprevisible: no podemos predecir cuáles serán las interacciones y el comportamiento futuro del sistema;
6. sensible a las condiciones iniciales: pequeños cambios en las condiciones iniciales influyen en el comportamiento futuro;
7. abierto: tiene influencia del medio externo;
8. autoorganizable: pueden aparecer formas de orden a partir del caos;
9. sensible a las respuestas: el sistema "aprende";
10. adaptable: el sistema cambia para traer ventajas a sí mismo. Se le llama también "selección natural";
11. heterogéneo: tiene multitud de componentes, pero estos son interdependientes.

Analicemos ahora algunas ideas acerca del proceso de traducción que hacen posible considerarlo también un SCN y veamos qué consecuencias trae para los traductores el hecho de hacer mi análisis desde este punto de vista.

El proceso de traducción es, sin duda, un acto de comunicación. En los estudios más recientes sobre traducción consultados, los autores cada vez más insisten en la importancia de observar la traducción a partir de sus características, no sólo como producto final, sino como proceso de comunicación intercultural que tiene como base el lenguaje. Es evidente que cualquier aproximación al proceso de traducción, deberá realizarse, necesariamente, a partir de una reflexión sobre el mismo como actividad lingüística.

Como el hecho mismo de hablar la lengua materna, la actividad traductora está, también, anclada al entorno que la crea, por esto debe considerarse como un sistema abierto en el cual deben ser considerados y tomados en cuenta la influencia del medio en el cual se crea el nuevo texto, las condiciones culturales y las costumbres y hábitos, tanto lingüísticos como de naturaleza social. De la misma manera que por medio del lenguaje vivimos y damos vida a una cultura, por medio de la traducción ponemos en comunicación dos culturas y dos mundos. Tanto el texto origen como el texto final constituyen de hecho sistemas abiertos que están en contacto con sus respectivas culturas y este aspecto es algo que los traductores deben tener en cuenta a la hora de tomar ciertas decisiones.

Analicemos, por ejemplo, la advertencia que el escritor Guillermo Cabrera Infante nos hace en la introducción de su libro Tres Tristes Tigres (1967, p.13):

"El libro está en cubano. Es decir, escrito en los diferentes dialectos que se hablan en Cuba y la escritura no es más que un intento de atrapar la voz humana al vuelo,...predomina como un acento el habla de los habaneros y en particular la jerga nocturna..."

En la traducción al portugués (1976)1, la traductora escogió el uso de la segunda persona del singular – el pronombre tu con los verbos conjugados en esa persona – para traer a sus lectores la jerga de los habaneros a la cual Cabrera Infante hace referencia, en una estrategia que nos parece haber dejado su texto completamente divorciado de la realidad cultural del medio social para el que fue traducido. El texto final no constituye aquel sistema abierto al cual hago referencia y el texto deja de ser coherente con la realidad social a la cual se trajo.

Para ejemplificar la condición de proceso complejo multicomponencial me remito a Peña y Hernández (1994, apud CARBONELL I CORTÉS, 1999, p. 48), que analizan el proceso de traducción como la producción lingüística de un nuevo texto en un nuevo contexto cultural, haciendo énfasis precisamente en el hecho de que por detrás de la producción lingüística de cualquier texto existe siempre un trasfondo sociocultural que le ha dado origen y que la descripción de las simples diferencias estructurales de las lenguas no puede dar cuenta, por sí sola, de los complejos mecanismos que tienen lugar en la traducción. Para ellos queda claro, entonces, que es preciso ir más allá, ver la multitud de componentes que pueden entrar en el proceso de traducción, cada uno con sus características específicas y cuya interacción puede resultar definitoria para el resultado final del proceso.

La traducción es, también, lenguaje en uso, y por lo tanto habrá de concedérsele primacía al habla, como nos llamó la atención Cabrera Infante en su novela, a la realización concreta del lenguaje contrapuesta a la lengua, o sistema abstracto, según la famosa dicotomía de Saussure, después revista, ampliada e incluso superada y sustituida por otros recortes.

Al considerar la traducción desde este punto de vista, Carbonell i Cortés (1999, p. 49) propone las siguientes etapas en un proceso de traducción:

• entender el mensaje original;
• evaluar la situación comunicativa en el contexto de origen;
• prever la situación comunicativa del contexto de destino;
• elaborar un nuevo mensaje en la lengua terminal.

Alves (1997, p. 28, apud Alves et al. 2000, p. 118) desarrolla un esquema acerca de cómo sería el modelo del proceso traductor en el que también hace referencia a la necesidad de comprender el acto de traducir como una sumatoria compleja de varias etapas y deja claro que el comportamiento final del proceso va a estar determinado no sólo por la simple sumatoria de sus etapas, sino más que todo por la interacción entre estas etapas.

Estas etapas, podemos considerarlas como los elementos integrantes de nuestro sistema complejo, no sólo por tener cada una sus características particulares, que las diferencian sustancialmente una de otra y que demuestran la heterogeneidad del proceso de traducción como SCN, sino también por la capacidad de interacción que presentan entre ellas, interacción que se da de forma no lineal y que va a influir decisivamente en el resultado final del proceso, resultado que puede ser una nueva forma de orden, que también puede dar lugar a una nueva forma de caos sin causas aparentes y de forma imposible de predecir.

Alves et al. (2000, p. 128) nos recuerdan la importancia de saber diferenciar y tener conciencia de las diferentes etapas del proceso traductor como proceso cognitivo que ocurre por medio del establecimiento de una red compleja de interrelaciones, lo cual va a permitir un mejor gerenciamiento del mismo y una mayor concienciación, por parte del traductor, de la estructura y las características peculiares de complejidad de su trabajo; según nos dicen, esto permitirá una mejor aplicación de las estrategias de traducción, una mayor seguridad del traductor para tomar decisiones y finalmente un mayor grado de calidad del texto final.

La traducción es la relación dialéctica que se da entre la producción de un código semiótico (un mensaje en un contexto, con sus propiedades de adecuación, coherencia y cohesión) y la producción de un segundo código semiótico a partir de aquel, y en la cual las propiedades de adecuación, coherencia y cohesión de este nuevo texto van a servir como fuerzas naturales de autoorganización del sistema, de surgimiento de una nueva forma de orden a partir del caos. Para Nunan (1993, p. 116, apud CARBONELL I CORTÉS, 1999, p. 102), la fuente de la cohesión depende tanto de factores externos al texto, del conocimiento del contexto, de las condiciones socioculturales y comunicativas así como de otros factores cognitivos: es la percepción de que un texto se presenta como una unidad.

Según van Dijk y Kintsh (1983, apud CARBONELL I CORTÉS, 1999, p. 119-120), la coherencia, que sirve como fuerza natural de autoorganización, puede tener varios aspectos: sintácticos, estilísticos, pragmáticos y semánticos, además los niveles de coherencia suelen estar estrechamente relacionados y en general pueden dividirse en dos tipos: local y global. Estos tipos de coherencia van a determinar tanto la comprensión del texto a traducir como la producción del texto traducido. La comprensión de la coherencia en el nivel local es una estrategia que él llama de botton-up, que se refiere a palabras y frases, mientras que la comprensión de la coherencia a nivel global es una estrategia que llama de top-down, que se refiere a pautas o esqueletos conceptuales para entender el discurso.

Otros autores también hacen alusión a dos tipos de estrategias diferentes. Hervey et al. (1995, p. 6, apud CARBONELL I CORTÉS, 1999, p. 47) dicen que, al enfrentarse al texto, el traductor deberá tomar decisiones constantemente y distinguen dos tipos de decisiones:

• las decisiones estratégicas, que idealmente deberían hacerse antes de emprender la traducción y que se refieren a las características generales del texto, sus funciones y destinatario;

• las decisiones de detalle, que se refieren a los problemas específicos de gramática, léxico, etc., una vez que se transfieren expresiones determinadas en un contexto determinado.

Entiendo que las llamadas estrategias globales son las condiciones iniciales de nuestro SCN, de las cuales va a depender el comportamiento futuro del sistema. La gran mayoría de los autores les dan a estas estrategias globales o decisiones estratégicas un papel más relevante en la comprensión de los aspectos semióticos del lenguaje por parte del traductor y en la subsecuente transmisión de estos aspectos por medio del nuevo texto.

Dentro de las decisiones de detalle podemos incluir una serie de estrategias que describen Alves et al. (2000), como son:

• las estrategias de subsidios externos (fuentes textuales, diccionarios y recursos de computación);
• las estrategias de subsidios internos (memoria y mecanismos inferenciales);
• las estrategias de análisis microtextual ((los niveles lexical y gramatical).

Estas decisiones de detalle, las entiendo como la característica del sistema de adaptarse de forma a traer ventajas al propio sistema, o lo que también se llama de "selección natural". Es a través de estas estrategias – algunas adoptadas de forma automática y semiconsciente, como en el caso de las estrategias de subsidios internos, y otras producto de decisiones más concientes – que nuestro proceso traductor se va adaptando para llegar a una nueva forma de orden. En este aspecto, debemos hacer hincapié en que la visión del proceso traductor como SCN representa que la comprensión lineal del nuevo texto por parte del lector, de la misma manera que el traductor lo entendió, no será posible ni previsible. El nuevo texto puede ser perfectamente coherente tanto en los aspectos sintácticos como en los pragmáticos o semánticos en el nuevo código semiótico; sin embargo, este texto puede ser resultado de una interpretación equivocada. Lo que era para ser una nueva forma de orden surgida a partir del caos se transforma, imprevisiblemente, en otra forma de caos que surge del aparente orden.

Analicemos esta idea en un fragmento tomado del libro El Rey de la Habana, de Pedro Juan Gutiérrez (1999, p. 11):

"Vivían a su libre albedrío, aunque a veces iban a la escuela, en San Lázaro y Belascoaín. Más para huir de ella que para aprender. Los maestros enseñaban poco porque los alumnos eran metralla pura. Las muchachitas con trece años ya estaban jineteando a todo trapo sobre los turistas en el Malecón. Los muchachos, batidos con la mariguana y con los negocitos, para hacerse de algún fula cada día. Los padres y las madres brillaban por su ausencia."

Ahora veamos la traducción:

"Viviam soltos, embora fossem às vezes à escola, na esquina da San Lázaro com a Belascoaín. Mais para fugir dela do que para aprender. Os professores ensinavam pouco porque os alunos eram rebotalho. As menininhas de treze anos já estavam trepando a pleno vapor com os turistas do Malecón. Os meninos, metidos com maconha e fazendo uns negocinhos, para ganhar algum todo dia. Os pais e mães se satisfaziam com sua ausência."

Evidentemente hubo una pérdida del sentido de la frase en la traducción al escoger la forma "Os pais e as mães se satisfaziam com sua ausência" para traducir la frase "Los padres y las madres brillaban por su ausencia". A pesar de que, supuestamente, no se rompen las reglas de coherencia sintácticas del portugués, sí se incurre en un error de coherencia sintáctica al compararlo con el español si analizamos a quién se refieren los posesivos "su" y "sua" en cada caso. Un analisis top-bottom nos lleva a concluir que macroestructuralmente también se perdió la coherencia entre las dos frases.

Ahora veamos este otro ejemplo de la novela Te di la vida entera, de Zoé Valdés (1996, p. 7):

"Si en un final tuviera que escribir lo que ha sido mi mundo, si en un final tuviera que anotar los días más profundos, sería de ti como compensación de quien más escribiera porque tú eres amor, alegría ilusión, sentimiento y quimera"

Y su traducción (1999, p. 9):

"Se no final tivesse de escrever o que havia sido meu mundo, se no final tivesse de ressaltar os dias mais profundos, seria de ti, em compensação, que mais escreveria porque tu és amor, alegria, ilusão, sentimento e quimera"

Evidentemente aquí se transgredieron elementales reglas sintácticas del portugués al traducir la frase "como compensación" por "em compensação", lo que hace del texto en portugués un texto incoherente en sí. Una nueva forma de caos que nació del supuesto orden.

A título de conclusión, puedo decir que:

1. El proceso de traducción puede y debe ser analizado como un Sistema Complejo No Lineal (SCN).
2. El hecho de analizar el proceso traductor desde este punto de vista nos da la oportunidad de observar con mayor atención cuáles son las etapas por las que debe pasar el proceso de traducción y determinar con antelación cuáles son las estrategias que van a determinar su comportamiento futuro.
3. Si consideramos un texto en una lengua extranjera que no conocemos como una forma de caos, ya que evidentemente no podemos leerlo, y el texto traducido como la forma de orden que surge a partir del caos como resultado del proceso traductor, también podemos y tenemos que considerar la posibilidad de aparición de nuevas formas de caos como resultado de la traducción, textos incoherentes en sí mismos, incoherentes con la realidad social a la que se llevaron o incoherentes con el texto origen.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALVES, F., MAGALHÃES, C., PAGANO, A. Traduzir com autonomia: estrategias para o tradutor em formação. São Paulo: Contexto, 2000, 159 p.

CARBONELL I CORTÉS, O. Traducción y Cultura: de la ideología al texto. Salamanca: Ediciones Colegio de España, 1999, 322 p.

HISTORY OF COMPLEX SYSTEMS. Artículo disponible en internet: http://www.irit.fr [3 marzo 2002]

LARSEN-FREEMAN, D. Chaos/Complexity Science and Second Language Acquisition. Applied Linguistics, Oxford, Vol. 18, n. 2, p. 141-165, 1997.

THE STUDY OF COMPLEX SYSTEMS. Artículo disponible en internet: http://www.pscs.umich.edu [17 octubre 2001]

 

 

1 La traducción es de Stella Leonardos, de Rio de Janeiro y fue publicada por la Editora Global.