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An. 2. Congr. Bras. Hispanistas Oct. 2002

 

LÍNGUA ESPANHOLA

 

Traducción: mitos, planteos y dudas

 

 

Norma Beatriz Torres

UFF- Instituto Miguel de Cervantes

 

 

La traducción como obra de pasaje entre portugués y español (traducción directa o indirecta) supone un largo camino de encuentros y desencuentros. Mitos, dudas y planteos a lo largo de su práctica y de su teorización se acumulan y solicitan explicación. Todo lo cual se relaciona, a primera vista, con la historia de la práctica del español aquí en Brasil y con sus formas de raíces, trayectoria y conexiones. De allí que la traducción dentro de ese ámbito sufra y se complazca con muchos de los matices que no siempre la práctica nos trae, sino que, a menudo, la conjetura practica como un valor evidente del aprendizaje del español aquí entre nosotros. Así, aprendizaje lingüístico y traducción comparten mitos, dudas y malentendidos. La visualización de su cuadro se complica e impide, muchas veces, seguir el camino del desarrollo y crecimiento cuya riqueza vislumbramos en nuestro ejercicio cotidiano. Es de vital importancia crear espacios y disponibilidad para discutir la traducción dentro del fértil terreno que nos toca: el portugués y el español con todo su poder creativo y su ejercicio de autonomía.

Sólo a partir de la Segunda Guerra Mundial, al consolidarse las profesiones de traductor e intérprete, se dan las condiciones para una autonomía de la enseñanza de la traducción profesional, desmarcándola de la traducción pedagógica, y se crean centros específicos de formación. El aumento de las relaciones internacionales y los avances tecnológicos – factores, ambos, que favorecen la consolidación de las profesiones de traductor e intérprete -, así como el desarrollo de la Traductología, son el marco de esta autonomía. (ALBIR, 1999, p.9).

Después de ubicada la traducción general dentro del marco de la autonomía, se puede volver la mirada hacia la perspectiva del portugués y el español, cuya situación se hace necesaria explicitar, discutir y profundizar de forma real y vehemente ahora y en próximas oportunidades.

Se suele ceder como opción de comienzo el viejo resabio de que las dos lenguas son parecidas y consecuentemente el pasaje debe realizarse por equivalencia discursiva, creando una visión mimética superficial del discurso, moviéndose entre parlamentos y discursos casi fotocopiados, sin consideración de formas, registros, contextos, usos y respectivas conexiones. Elementos éstos de vital importancia, cuando se quiere una traducción viva del mensaje de partida. También se debe considerar, no sólo por la multipolaridad del español y sus regiones, sino también por el lado del portugués, la frecuencia contrastiva aparece, muchas veces, bajo la forma del modo de Portugal, sin tener en cuenta el ámbito – Brasil - donde se ejerce esa correlación lingüística. Frente a lo literal del caos de la escritura en su nueva forma, el código se empobrece y pasa a significar menos, dejando de lado sus frutos lingüísticos, culturales y sociales flotando o galopando sólo en la superficie. Pues, como decía Horacio en su Ars Poetica: "Tampoco palabra por palabra traduce fielmente." (in: MILTON, 1998, p.17). Por ese trayecto, la búsqueda detecta problemas de registros, usos, contextos que, obviamente señalan la imposibilidad del sentido primordial y que deja de fuera la creatividad de la perspectiva de lectura de un sujeto social sobre las palabras y sus conexiones de uso dentro de una comunidad.

La práctica de la traducción nos desvenda posibles mitos y ensueños y nos plantea un delinear de senderos laborales. ¿Qué horizonte seguir?

Los caminos abren brechas culturales como una primera instancia de ubicación textual. Delinear los usos y costumbres que se adhieren a los discursos es una semilla que florece en la traducción, delimitando áreas, que, a menudo, los libros o diccionarios no nos ofrecen. Hete aquí que nuevamente la mano del traductor de portugués-español tendrá que entrar en acción en una búsqueda olfativa, muchas veces, sin orientación. El puerto no siempre son flores, a veces también piedras, que deben ser talladas a varias manos.

La falta de materiales y de espacios para el desarrollo de la traducción en el ámbito del portugués y del español nos señalan necesidades que la práctica trata de crear. Surgen, así, estudios, conexiones, fichas, investigaciones variadas sobre uso, registros, contextos, sentidos, etc. Es una búsqueda quejosa y casi sin brújula. A veces el no encuentro conduce a notas explicativas en un pie de página que hiere la locuacidad del nuevo texto, en un último intento de no abortar el pasaje.

Surge la imperiosa necesidad de comunicación entre los traductores aprendices del portugués-español y la posibilidad de una diagramación más generosa de sus materiales. Encuentros, planteos e intercambio comienzan a brotar expresando mejor ese sentimiento de sus cuerdas vitales.

Otra indagación que debe ser discutida dentro del ámbito relatado y que se suma a todo esto es el elemento ya clásico, planteado por Walter Benjamín sobre si el hecho de tenerse en cuenta el receptor es útil para conocer una obra de arte y al cual él responde con la negativa, nos vemos delante de la posibilidad de una respuesta bifurcada. Pues, si a la traducción directa o indirecta (portugués –español) se la contextualiza en el plano laboral del mercado brasileño sí que se debe tener en cuenta el receptor porque esa es su práctica, pues el destino es importante, no sólo por ser llegada, sino también porque el español o castellano no es un dominio homogéneo, cerrado, sino todo lo contrario, un camino abierto de regiones, con sus modulaciones de voces y frecuencias, desde España hasta todo el bloque de hispanoamérica.

Aun antes de que el español se convirtiera en lengua nacional de cada país hispanohablante, se fueron desarrollando, primero, culturas regionales, basadas en sus características históricas, sobre todo de colonización, y en las relaciones de comunicación que mantienen unos países con otros; así surgieron polos regionales de la lengua española, en el Caribe, con Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico y las costas venezolanas, colombianas y centroamericanas; en el río de la Plata, con Argentina y Uruguay; en la región andina, con la herencia incaica como sustento (Perú, Bolivia, Ecuador y parte de Colombia), o en la antigua Mesoamérica, con la ciudad de México a la cabeza. Después, sobre todo a partir de las independencias, culturas nacionales: se desarrollaron literaturas propias, periodismo, industria editorial, radio, televisión y, ahora, portales de la red electrónica. Los diversos desarrollos políticos y económicos de los países de lengua española dieron lugar a la formación de polos de irradiación de la lengua, que ya no corresponden uno a uno a las 22 naciones. (LARA, 2002, p.3).

Entonces divisar el límite de sus aguas corresponde a uno de sus pasos. Siempre que nos llega un texto nuevo, la pregunta aparece, ¿para dónde irá ese texto? El sitio dirigido: México, Buenos Aires, Madrid, Río, Lisboa... tendrá sus propias sintonías y si no las sabemos captar pueden complicarnos los pasos detrás de la próxima puerta.

Algunos teóricos se reúnen bajo el vigor de la lectura de partida o la de llegada, como si fueran cosas separadas o paradójicas. Pero, si sólo considerásemos la etimología del latín: traducere, hacer pasar de un lugar a otro, ya tendríamos los dos lados que flexibles se comunican. La práctica confirma esa naturaleza de diálogo, cuyo objetivo empieza al obtenerse una lectura profunda del primer texto. Lectura que nos impregne de sentidos y nos ubique dentro del escenario de partida. Un segundo paso será alcanzar la comprensión del destino reproduciendo la fuente vigorosa de su espíritu.

Y si la comunicación es el aspecto –según Walter Benjamín – de confiabilidad de la traducción, sería inaudito darle la espalda a este factor. Muchas son las variantes de la traducción desde Haroldo de Campos, Paes, Manuel Bandeira, Borges, Derrida, etc.

Cada traductor se seduce por una huella y va tras ella, rastreando las posibles propuestas que le llegan: ¿descodificación? ¿equivalencia? ¿ubicación cultural? ¿comprensión social? ¿interpretación? ¿versión? ¿pasaje lingüístico? ¿co-autoría? En fin, muchas veces todo parece enlazarse. A veces, es necesario separar las semillas para plantarlas. A menudo se interpreta la libertad como un ala que nos lleva lejos, tan lejos del original que su espíritu parece perderse.

Tal vez guiada por su trayectoria de autonomía, la práctica de la traducción en el ámbito del portugués y del español dentro de la geografía brasileña, que es nuestro campo de acción y conocimiento, adquiere connotaciones particulares que nos introducen en la necesidad de realizar o producir materiales y espacios donde no existen. Buscar la arteria que nos lleve a la real conexión de vida de la nueva palabra que re-instaure el viejo parlamento inyectándole una renovada acción.

Trabajar en equipo parece ser fundamental para quien se arriesga en este oficio al borde de la traición. Oficio cuya habitación no es la soledad, sino el encuentro con el otro, ya sea éste, el especialista al que se tiene que abordar y consultar, ya sea al lector nativo, ya sea al revisor, al editor, etc. Siempre las lecturas y comprensiones son variadas y el traductor deberá sigilosamente ajustarlas sin perderlas de vista jamás. Es una práctica sociable y ambivalente, para fuera y para dentro de los límites del texto y de una sociedad. Aunque no lo parezca, esta práctica social nos ubica y nos arraiga en una naturaleza fuertemente ampliatoria que enriquece y desafía sin parar.

Surgen algunas tarimas donde discutir esos recorridos, esos planteos y dudas de la traducción. Es importante comenzar una reflexión que tenga las dos puntas del camino y que en cada una de ellas sepamos ver su dentro y su fuera de conexión. Discutir y dudar, si es necesario, de la voz unánime. Discutir y ampliar las consecuencias de, por ejemplo, lo expresado en las páginas de Delisle, "el punto de partida y de llegada de la actividad traductora es lingüístico" (In: ALBIR, 1999, p.59). Poder ahondar sobre la importancia o no de ese aspecto y de otros que pueblan la teoría de la traducción. Ver en nuestro ámbito de trabajo de qué manera lo cultural encuentra su eco y se poetiza como voz expresiva social. Cómo mantiene su alerta dentro de ese pasaje no sólo lingüístico, sino también cultural. Reactivar las lecturas extra-lingüísticas, re-interpretar sus mecanismos básicos de coherencia y cohesión, verificar los distintos géneros textuales, sus fuentes, convenciones y orígenes.

Rastrear todos los elementos que pluralizan la búsqueda del espíritu interno y externo desde donde partir hacia la producción del nuevo texto que llevará en su contenedor el rastro o vestigio de la esencia del punto de partida. Logrando, de este modo, reflexionar sobre ambas culturas, desarrollar un espíritu crítico, al conseguir profundizar sobre la realidad de la expresión del otro y de nosotros mismos, para poder conocernos y conocer mejor lo antes extranjero, para ampliar nuestras fronteras físicas y mentales y poder transformar lo que sea necesario. Toda vía de investigación honda trae esa posibilidad de encuentro, de creación y de cambio .

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALBIR, A. H. Enseñar a traducir. Metodología en la formación de traductores e intérpretes. Madrid: Edelsa. 1999.

KRIEGER, M. da G. et alii (org.). Temas de Terminologia. Porto Alegre / São Paulo: Ed. Universidade / UFRGS / Humanitas / USP. 2001.

RÓNAI, P. Escola de tradutores. Rio de Janeiro: Nova fronteira. 1987.

BENJAMIN, W. "La tarea del traductor". In Ensayos Escogidos. Buenos Aires: Ed. Sur, 1967. Trad. De H. Murena.

MILTON, J. Tradução. Teoria e prática. São Paulo: Martins Fontes. 1998.

RODRIGUES, C.C. Tradução e diferença. São Paulo: UNESP. 2000.

THOMAS, G. A tradução de Brecht. Jornal do Brasil. Caderno Idéias. p. 1- 2. 24 de agosto de 2002.

DUARTE, L. A difícil tarefa do tradutor. Artigo disponível na Internet: – www.secrel.com.br (octubre 2002)

ALMEIDA FILHO, J. C.P. de. Dimensões comunicativas no ensino de línguas. Campinas, São Paulo: Pontes. 1993.

LARA, L. F. Una visión excéntrica Del español. Artigo disponível na Internet: – lara@colmex.mx (octubre 2002)